Nuestro cuerpo
se prepara cada mes para poder dar a vida. En caso de que un ovulo
quede fecundado, se instala en la pared del útero.
El embrión,
antes de alimentarse vía cordón umbilical, en sus primeros
momentos, se nutre de todo el alimento que nuestro cuerpo le ha
preparado en las paredes del útero.
Si no hay ovulo
fecundado, todo ese alimento sale al exterior mediante la
menstruación.
La regla no es
sangre sucia. La regla no es igual que el resto de sangre del cuerpo.
La regla es
alimento, el resultado del esfuerzo mensual de nuestro cuerpo para
poder albergar la vida.
Imagínate que
preparas una cena para 15 personas y al último momento se anula y no
viene nadie. ¿Tirarías toda esa comida a la basura? ¿Todo el
esfuerzo, todo el desgaste de egregia empleada para prepararlo?
Cuando nosotras
tiramos la regla a la basura, esto es lo que le decimos al cuerpo.
Cuando nosotras
sentimos desprecio por nuestra sangre menstrual, esto es lo que le
estamos diciendo a nuestro cuerpo.
Que no amamos
sus funciones, sus esfuerzos, su poder. También puedes
ver usos de la sangre menstrual.
El acto de no
amar la menstruación ha sido inculcado poco a poco en las mujeres,
para que olviden su poder. La menstruación es el símbolo de nuestro
poder, de nuestra riqueza como mujeres.
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